EL ZAPATITA FARFÁN CONTRA EL PERRO MARÍN: BUENA Y MALA ESTRELLA DE DOS MÍTICOS RUFIANES

Fuente imagen: periódico "El Guachaca". Alfredo Héctor Marín Olate, Tito Marín para los amigos, no podía creer su buena y envidiable suerte, en aquella mañana de abril de 1955: eran sus números los que estaban publicados como ganadores de la Polla Chilena de Beneficencia... Uno por uno: 2-5-1-5-9... ¡251559! ¡Los mismos! El estallido de felicidad fue instantáneo: nueva y holgada vida comenzaría a vivir de súbito a partir de ese mismo y exacto instante. Para el congraciado Marín, pues, años de ludopatía y pasión muchas veces irresponsable por las apuestas rendían por fin sus suculentos frutos y se burlaban de la estadística con semejante golpe de suerte. Demás está decir cómo parecía un sueño hecho realidad; acaso un verdadero transitar onírico pero muy, muy despierto. Sensación extrema sobre todo para un sujeto hijo de clase obrera y con escasa preparación educacional, aunque con cierta fama de galán, alto y de buena facha, si bien vivió más acostumbrado a tener...